29 de septiembre de 2018

→ Culpables.

No la cagaste, no es tu culpa. Nada es tu culpa, ni todo tu culpa. Como te dije, la relación es de los dos. Un puente no se sostiene solo, tampoco uno solo puede sostenerlo.
Hace días te dije que nos sentía distanciados, un par de palabras y continuamos como si nada. Pero acá estamos, en la recaída, volvemos a estar lejos estando cerca. Esto ya no se trata de arreglarlo con letras, se trata de hechos.
Estoy en una etapa de mi vida en la que necesito mucha atención, necesito a alguien que me demuestre con pequeños detalles, que soy importante en su vida y que realmente no me quiere perder. Por más que lo intente no puedo no sentirme reemplazable, y es que es así. Sos humano, acepto que puedas llegar a sentir atracción por otros cuerpos, lo único que pido es que me demuestres que aún así soy más que un par de curvas.
Vuelvo a descargarme acá por el simple hecho de que no me voy a gastar en repetirtelo como lo hice en otras ocasiones, no me sirvió de nada. Es un poco egoista de mi parte pensar en mi sabiendo que vos nunca fuiste de los detalles, las flores, los recuerdos. No te lo puedo exigir ahora, ni siquiera puedo hacerlo sabiendo que es cuando más lo necesito. Si de algo aprendí en esta vida, es que si lo tengo que pedir, entonces ya no lo quiero.

30 de abril de 2018

→ Me gustaría gustarme.

Por más que no me guste, no es la primera vez que me siento así. Para entrar en contexto... Empienzo contando que intenté que esto no me afectara, fueron situaciones incontables en las cuales le resté importancia al asunto y sin embargo acá vuelvo a estar, decargandome en letras. Definitivamente me gustaría ser ese cuerpo que likeas en Instagram. Y si hablamos de ser, me gustaría ser eso que vos y yo en el fondo deseamos que sea. Me gustaría tener más, me gustaría tener todo. También me gustaría sentirme segura con lo que tengo, no lo dudo. Me gustaría que no tengas la necesidad de ver a alguien más. Me gustaría llenarte. Me gustaría no tener ganas de abandonarme, de abandonarte. Me gustaría no fallarte. Me gustaría estar tan orgullosa de mi al punto de presumirme yo misma, es más, me atrevo a decir que me gustaría ser esa mujer a la que vos te nazca presumila. Me gustaría quererme. A todos nos gustarían tantas cosas y quizás crea que gustarte por completo haría todo más fácil. Me gustaría gustarme. Por último y más importante, aunque suene algo confuso, me gustaría gustarme aún más de lo que me gustaría gustarte.

25 de octubre de 2017

→ Depresión.

Para una persona con depresión, las cosas más simples, merecen un gran reconocimiento porque llevaron un gran esfuerzo. A una persona con depresión no se le dice "levantate de la cama, hace algo de tu vida y vas a estar mejor". Quizás ni siquiera se puede mover.
Para una persona con problemas de autoestima, el mundo se vuelve un monstruo, que genera mucho miedo. A una persona que no se siente segura en su propio cuerpo debido a su baja autoestima no se le dice "¿Por qué no te dejas de joder? Ponete lo que sea".
Para una persona con ansiedad, todo genera inestabilidad y unos nervios horribles. A esta persona no se le dice "¿Qué te pasa? Es salir un rato nada más".
A una persona con ataques de pánico no se le dice "no te pongas nerviosa, tranquilizate".
Para una persona con problemas de alimentación, lo más básico y simple de la vida se vuelve un enemigo. A esta persona con problemas alimenticios no se le dice "Comé y deja de hacer boludeces".
El cuerpo se enferma, la cabeza también se enferma; y la vida puede dejar de ser simple si la cabeza se enferma.
Que no lo veas no significa que no importe.
Que no te pase no significa que no exista.

21 de octubre de 2017

→ Cinco sentidos.

Si hoy en día tuviese que proyectar mi vida reflejada en mis cinco sentidos, por más difícil que se me haga seleccionar en cada uno de ellos un sólo momento, no tendría dudas que en todos serías el protagonista.

Nunca pensé que una mirada tuviese el poder de cambiar mi día, y te aseguro que no hay días más felices en mi vida que aquellos en los que sólo con verte sonreír me hagas olvidar de todo lo demás. Tengo la suerte de ser yo la que cause que se te achinen los ojos de alegría. Me encanta cuando tus ojos me miran y me encanta perderme en tu ser.
Disfruto de cualquier anécdota que tengas para contarme, podría pasarme horas escuchándote hablar y con más razón si necesitas alguien que te escuche. Me gusta tu voz, la manera en la que susurras. Incluso el silencio me gusta con vos.
Dicen que todos los olores representan algo, pero lo increíble de un perfume es que es tan personal que no hay dos personas en las que el olor sea el mismo. Nada se compara con el estar tan cerca tuyo y  poder respirar profundamente el olor de tu piel. 
Reconozco que si hay algo que me deleita es el sabor de un ferrero rocher, además del de tus labios, que si viene con nutella va mucho mejor. Aunque sea exquisita a la hora de elegir un chocolate, y los clasifique, con el tiempo me di cuenta que chocolates hay de todos las mezclas, pero un buen chocolate sólo se disfruta más si es con vos.
 Me fascina cuando agarras fuerte mi mano, la multitud de sensaciones que se pueden llegar a sentir, sabiendo que no me vas a soltar ni abandonar pase lo que pase. 

Amo la hermosura de tu figura, amo lo divino de tu interior. Te amo a vos, con todos los sentidos, todos los días, en cualquier lugar. Te amo, y me quedo corta.

→ Cambios.

Lo satisfactorio que sería que esos momentos de la vida en los que somos felices y todo parece estar bien a nuestro al rededor sean eternos, ¿no? Con lo mucho que duele planear un futuro y decepcionarnos, tener que acostumbrarnos a las transformaciones y seguir con un nuevo camino. Porque es así, lo único constante en la vida son los cambios. Si tan sólo pudiese volver el tiempo atrás y decirme a mi misma: "fíjate que lo que estás perdiendo vale más que tu enojo, vale más que tu orgullo" "no te enganches, es impredecible" "eso no es para vos, tarde o temprano vas a fracasar" "no intentes más, aunque pienses que te va a salir, en realidad vas a estar perdiendo el tiempo". Es imposible que suceda, hasta que un día tocas fondo. Tocas fondo en serio. Y de ahí no volves a ser la misma nunca más. Para bien o para mal, la tristeza nos cambia.

28 de mayo de 2017

→ Perdí la cuenta.

Pierdo la cuenta de los días en los que me preocupo más por que la relación esté bien más que disfrutarla. No es algo que controlo, simplemente me da terror pensar en que te puedo perder, que me equivoque de nuevo, que no sirvo para hacerle bien a alguien más. No te voy a mentir, creí que después de todas mis historias pasadas no volvería a volar tan alto, que ni siquiera volvería a abrir las alas para levantar cabeza, creí que era otro mi rumbo. Pensé que te ibas a cansar de mi aún sin tenerme. Estaba convencida de que cada vez que te dejara entrar en mi mundo sería como restarle números a tus ganas de mi. Pero todavía seguís acá, sin soltarme la mano. A veces no necesito más que tus besos, tus mimos, tus abrazos, alguna que otra caricia para sentirme mejor. No hace falta que me preguntes que me pasa, basta con que te quedes al lado mío dejándome que sienta tu presencia, que sepa que estas ahí y que vas a estar en las buenas y en las malas. Con una mirada me recordas que me querés, que me amas y que no me vas a soltar cuando más te necesite. Me demostras que aunque vos estés peor que yo vas a hacer todo para sacarme una sonrisa como lo haría yo para verte reír. Con cada cosa linda que me decis me haces sentir como vos sólo sabes hacerlo, logras que me quiera un poco más, con lo difícil que es no juzgarme a mi misma. Perdí la cuenta de las veces que me encendiste cuando yo me había dejado apagar, de los días que hubiera dado el mundo para que fuesen eternos.
Yo perdí la cuenta, y aún así, seguís siendo tan inevitable como el primer día, aunque ya no esté segura cual es el primero. Llegaste a mi vida pero no para un rato, llegaste para quedarte al lado mío siempre, sin importar nada. Llegaste para darme besos de esos que me calman, esos que me dicen que con vos al lado va a estar todo bien, que las rutinas ya no serán aburridas, que me vas a cuidar. Te quedaste y me pregunto por qué tuve tanta suerte.

→ Soltar.

"Una psicóloga en una sesión grupal levantó un vaso de agua. Todo el mundo esperaba la pregunta: "Está medio lleno o medio vacío?" Sin embargo, ella preguntó: "Cuánto pesa este vaso?" Las respuestas variaron entre 200-250g. La psicóloga respondió: "El peso absoluto no es importante, depende de cuánto tiempo lo sostengo. Si lo sostengo 1 minuto, es liviano; si lo sostengo una hora me dolerá el brazo; si lo sostengo 1 día mi brazo se entumecerá y paralizará. El peso del vaso no cambia, pero cuando más tiempo lo sujeto, más pesado se vuelve." Y continuó: "Las preocupaciones son como el vaso de agua. Si piensas en ella un rato, no pasa nada, si piensas un poco más, empiezan a doler y si piensas en ellas todo el día, acabas sintiéndote paralizado, incapaz de hacer nada" Recorda soltar el vaso."

29 de abril de 2017

→ Descargate.

Cada persona se descarga de la manera en la que puede. Te propongo que te pongas límites. Tenés que soltar lo que venís acumulando y para eso te voy a contar una manera de descargarse sin hacerse daño a uno mismo. Haceme caso, es fácil. Agarrá una toalla y encerrate en el baño y llorá pensando en todo lo negativo de tu vida. ¿Quién dice que está mal llorar? Te aseguro que es una buena forma de sacar todo lo que tenés adentro. Llorá y gritá en silencio desahogando todo en esa toalla, que sea tu momento. Cuando sientas un alivio frená, dale un stop a tu cabeza, dejá de recalcar lo mal que te sale todo. Levantate y lavate bien la cara con agua fría. Ojala te sientas un poco mejor. Ahora ventilate la cara con las manos así disimulas lo rojo de tus ojos y tu nariz. Mirate al espejo diciéndote que todo va a mejorar, que todo tiene solución, porque realmente es así. El último paso es respirar hondo y poner tu mejor cara para cruzar la puerta. Tengo la certeza que para estar bien con los demás primero hay que estar bien con uno mismo. Parece simple y no perdes nada con intentarlo, espero que esta manera te ayude un poco, a mi me sirve.

28 de abril de 2017

→ Desaparecer.

Buen día, aunque me esté preguntando ¿Qué tiene de bueno un día como estos? Si son esos días en los que me despierto y quiero volverme a dormir porque no podría desaparecer del mundo de otra manera por un rato. ¿Lo que necesitamos eso no? Desaparecer fuerte en alguna ocasión puntual y ver cómo seguiría todo sin vos, quién te lloraría, ver si sus tiempos en sanar tu ausencia es poco o es casi eterno. Es feo imaginarlo, ya sé, pero si tuvieses la oportunidad de desaparecer con la certeza de que cuando vuelvas nadie va a saber lo que pasó y tus problemas desaparecerían con vos pero no vuelven juntos ¿No lo harías? Pensando en vos y en tu alrededor, en la felicidad que la vida te devolvería por desaparecer un rato de ella. Obviamente esa felicidad duraría poco, porque no hay días completos en los que alguien se sienta feliz o se sienta triste, porque todos los sentimientos son instantes de la vida, momentos. Nadie "vive feliz", es mentira, no existe. Es un pensamiento poco valiente el querer desaparecer, pero eso queda en el deseo, la valentía está en continuar con la vida, dejandola en manos del tiempo para que todo sane. En días como hoy me cansé de esperar, me cansé de que aparezcan uno atrás del otro, que no me dejen un tiempo ni para pensar en algo más, ni siquiera en cómo terminar esta entrada. Voy a continuar durmiendo.